¿ por qué Educación Social y Trabajo Social ?

Siempre he tenido claro que yo me quería dedicar a la educación, formal o informal. De pequeña me encantaba imaginarme de profesora, sobre todo de literatura. Eso de transmitir mis conocimientos me llamaba mucho la atención.

Pero a medida que fui creciendo y haciendo un poco más de uso de la razón, me fui dando cuenta como Jorge, mi tío, o más bien, mi hermano pequeño con Síndrome de Down iba perfilando una de las mejores decisiones de mi vida.

Adoraba, y adoro, pasar tiempo con él, enseñarle cosas nuevas y a la vez aprender de él. Fue entonces cuando pensé que trabajar con personas dependientes me llenaría.

Fui eligiendo carreras que estuviesen enfocadas al colectivo de personas con discapacidad física e intelectual.

Me encantaba psicología, estudiar la mente humana me parecía muy interesante, pero yo necesitaba algo más práctico.

Miré Terapia ocupacional y Educación Social, las dos me gustaban y estuve indecisa hasta el último momento.

El hecho de que Terapia ocupacional estuviese más enfocada al ámbito de la salud, hizo que Educación Social fuese mi primera opción. Sin embargo, creí que le faltaba respaldo legislativo, algo a lo que respondía perfectamente el grado de Trabajo Social.

Cuando me enteré del doble grado en Educación Social y Trabajo Social supe que era la opción correcta, aunque eso supusiese descartar otras posibilidades.

Cada vez que me preguntan qué estudio y les digo que Educación Social y Trabajo Social me dicen, sin apenas conocimiento, que eso no tiene salidas o que no espere hacerme rica trabajando de educadora/trabajadora. Creo que tienen que revisar sus escalas de prioridades. Para mí, no hay nada que haga más rico a una persona que trabajar en lo que a ella le gusta, lo que quiso desde el primer momento. Y salida….salida en estos tiempos difíciles no tiene ninguna carrera. Pero espero (y deseo) que esta situación mejore, y con esfuerzo y constancia cualquiera logrará llegar donde se propuso.

Gracias Jorge, por ser el responsable de una de las mejores decisiones de mi vida.

Fuente: Cámara propia